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Estudiante de Nacionales en la Universidad Nacional de Colombia, estudiante de portugués y profesor de español
Sucede que te levantas y hay una necesidad imperante de entrar en redes sociales sin ninguna justificación preponderante. Qué es lo que motiva estos actos, inconscientes, en el día a día. En caso de existir motivos, susceptibles de análisis, para tal adicción y dependencia de los circuitos sociales presentes en la cotidianidad, cuáles son las consecuencias y cómo afrontar perjuicios derivados del mismo.
Desde tiempos remotos el humano ha tenido que tejer red comunitaria o social, aprisionando su ser (en un sentido filosófico), para poder, irrevocablemente, vivir sanamente. Con lo anterior se resalta que de los nexos sociales ha surgido toda una gama de actividades culturales que han propiciado modos de vida e incluso facilitado la supervivencia misma de los individuos. Se puede hablar de antecedentes que nos lleva a interrelacionarnos y que gracias a estos antecedentes nuestra cultura nos ha moldeado con determinados valores y prejuicios. Consecuentemente, se puede hablar de condicionamiento social desde la esencia humana.
La especie humana ha avanzado con urgencia en los últimos tiempos y todo ha sido permeado por las revoluciones industriales y la ilustración. Los seres humanos lograron automatizar varios sectores productivos; inclusive, se logró automatizar las relaciones interpersonales con el nacimiento de los dispositivos electrónicos con conexión a redes satelitales. Las relaciones sincrónicas y asincrónicas empezaron a transformar el paradigma social– últimamente considero que el estudio de las relaciones sociales y políticas tienen que abrir un campo de investigación a las relaciones virtuales, si es que no las hay– y se aceleró este nuevo paradigma dado el confinamiento de la crisis sanitaria.
Cada vez que surge algo nuevo hay nuevos problemas a considerar. Las redes sociales no solo son de comunicación directa, sino también de comunicación informativa o de tendencia. Por lo anterior, se ha replicado un fenómeno psicológico muy coyuntural a nuestra era mediática, FoMo (Fear of Missing Out) que traduce al español “Miedo a perderse de algo”. Este fenómeno tiene antecedente en relaciones directas, dado que es la necesidad de conexión constante y estimulación permanente, en todo caso, relaciones sociales tóxicas. Actualmente, este fenómeno se ha reproducido con fuerza, especialmente, en los sectores sociales susceptibles de redes sociales como los jóvenes.
Muchas personas miran el celular como si fuera una necesidad neurótica. Ya que hay unos síntomas que alertan el fenómeno de FOMO, es necesario señalar algunos de ellos para hablar de las soluciones y llevarnos a la reflexión de hábitos que no percibimos fácilmente: Eres propenso a ver el celular al despertar y antes de dormir, te irritas o no hallas qué hacer si no tienes medios digitales a la mano, sientes estar perdiendo alguna información importante y no puedes relajarte, puesto que debe haber algo que no sabes; estos son los principales síntomas de FOMO.
En muchos aspectos, como joven, puedo sentirme identificado y a veces me siento como zombi divagando en futilidades de Instagram. Es complicado aceptar este fenómeno en nosotros y no menos complicado tomar acción sobre ello. Con todo esto no quiero satanizar las redes sociales, de ahí que son una ventana al mundo. Lo importante es no estar anclado a ellas en la medida de sobreponer nuestras interacciones virtuales sobre las relaciones reales.
Como consecuencia de estar atados a la necesidad de observar las redes, en tanto que producen satisfacción de aprobación, expectativa y conexión con el mundo, podemos experimentar ansiedad y depresión. Es complicado salir de las redes sociales, puesto que es una herramienta imprescindible, sin embargo, hay que tener en cuenta las consecuencias de estar viciado a ellas. Se recomienda dar prioridad a relaciones sociales reales, reducir la estancia en redes, no publicar cada momento vivido y actualizarnos, en la medida de lo posible, con fuentes confiables e independientes para poder salir del algoritmo de recomendaciones.